La mañana de la salida a bolsa de Spotify a principios de abril pasado, su fundador Daniel Ek llevó a cabo tal vez su acto más convencional en un viaje de un año a los mercados públicos: participó en un programa de entrevistas.
Fue su única interacción con la prensa durante ese día, ya que había advertido a los inversionistas que no le interesaba la “pompa y circunstancia” que rodea a las salidas a bolsa de los grandes grupos de tecnología.
Spotify llegó a los mercados públicos con una valoración de 26 mil 500 millones de dólares (mdd), incluso cuando la compañía no obtiene utilidades. Los inversionistas apuestan por su futuro crecimiento, por lo que presionan para seguir agregando usuarios a un ritmo vertiginoso.
“La salida a bolsa definitivamente cambiará el escrutinio público de sus parámetros”, dijo Mark Mulligan, analista de Midia Research.
Spotify llegó a la lista FT 1000 de las empresas europeas de mayor crecimiento por segundo año consecutivo. Entre 2013 y 2016 incrementó alrededor de 293 por ciento sus ingresos.
Es el líder indiscutible en streaming, con más suscriptores que Apple y Amazon combinados. Pero Spotify no puede permitirse ser complaciente con un informe de Wall Street Journal en febrero de que Apple redujo la ventaja que tiene en EU. En el mismo mes, Amazon le dijo a Billboard que había atraído a “decenas de millones” de suscriptores a su servicio.
El streaming de música es un negocio costoso. Spotify paga regalías de más de 75 centavos por cada dólar que gana de la música que transmite a la audiencia. Para que Spotify genere utilidades a largo plazo, los analistas y expertos de la industria creen que tendrá que ver más allá del costoso sistema de regalías de la música.
Tiene como objetivo promover podcasts y videos, con los cuales los sellos discográficos no ganan una comisión. Esto podría impulsar las ventas de publicidad, que representan solamente una décima parte de su facturación. En la documentación regulatoria, señaló tres veces que el mercado mundial de publicidad por radio vale 28 mil millones de dólares, por lo que es una gran oportunidad.
Spotify y Apple luchan por los videos musicales “exclusivos”, presentando actuaciones de artistas en su forma más simple. Spotify inyectó videos y documentales cortos en sus listas de reproducción populares, como RapCaviar, para recordar a las personas que existen videos en la plataforma.
Otro generador de dinero podría ser cobrar a los artistas o las disqueras por el tesoro de datos que tiene Spotify sobre la forma: cómo las personas consumen la música. A más largo plazo, algunos analistas de la industria creen que comenzará a actuar más como un sello discográfico, eliminando al intermediario.
Los analistas son optimistas: Mark Mahaney de RBC estima que el potencial de 3 mil millones de teléfonos inteligentes en todo el mundo podría permitir que Spotify apunte a un mercado de 125 mil millones de dólares, en el cual su marca y datos le dan una clara ventaja. Fuente: Milenio